Hablamos de ginecomastia cuando se produce un crecimiento anormal de las glándulas mamarias masculinas, un problema del que no es frecuente que oigamos hablar pero que crea un complejo importante en el hombre.

El desarrollo anormal de la glándula mamaria masculina o ginecomastia puede producirse por exceso de peso, cambios hormonales o consumo de determinados medicamentos.

La ginecomastia puede afectar a una sola mama o a las dos y el aumento de la mama masculina se puede producir de tres formas: acumulación de tejido graso, acumulación de tejido glandular (como ocurre con la mama femenina) o bien por acúmulo tanto de grasa como de tejido glandular.

La cirugía plástica para el tratamiento de la ginecomastia es diferente en función de lo que produzca el crecimiento anormal de la mama masculina. 

Cuando el acúmulo de tejido graso es el motivo de la ginecomastia, la solución es fácilmente realizable con una liposucción convencional o bien con la liposucción ultrasónica, que tiene mucha más capacidad de romper la unión que hay entre la grasa y los tejidos adyacentes.

En el caso de que el aumento de la mama masculina se produzca por el exceso de glándula, su tacto es mucho más denso y mucho más duro. La cirugía plástica para estos casos consiste en realizar una incisión que queda muy bien disimulada alrededor de la areola y se extirpa el exceso de tejido glandular.

El resultado final de la cirugía plástica para la corrección ginecomastia es muy satisfactorio y, además, consigue que la reducción mamaria masculina sea definitiva.