La abdominoplastia está encaminada a los pacientes con acúmulo de grasa, debilidad de la pared abdominal o flacidez de la misma. Normalmente se trata de persona que tras el embarazo no han podido recuperar la silueta, o bien personas que tras perder peso les ha quedado una gran flacidez abdominal.
Existen 3 tipos de tejido abdominales: pared muscular, grasa y piel. Una cirugía del abdomen está indicada cuando alguno de estos tres tejidos está afectado aunque, si el cirujano plástico sólo identifica un acúmulo de grasa y considera que existe suficiente elasticidad de la piel, puede aconsejar una liposucción.
En el momento de abordar una abdominoplastia si hay un defecto de la piel, la estiraremos; si hay exceso de grasa se practica liposucción y si hay un defecto muscular se realiza una sutura de músculo, una aplicatura muscular que consiste en coser de un lado a otro los rectos abdominales para dejarlos más tersos y más fuertes.
Con una cirugía de abdomen o abdominoplastia se consigue un abdomen más firme y plano, además de una cintura más estrecha. Los resultados de esta cirugía plástica son definitivos en la mayoría de los casos, siempre que se siga una dieta equilibrada y ejercicio periódico.