Una Unidad de Control de Prótesis de mama está formada por un cirujano plástico y por un equipo compuesto por un ecografista y un radiólogo que disponga de la última tecnología en resonancia magnética. El cirujano plástico debe tener experiencia en evaluación de prótesis mamarias a largo plazo y el equipo de radiología también debe estar especializado en resonancia magnética de evaluación de mama y de prótesis de mama.

Todo el equipo que forma parte de la Unidad de Control Prótesis de mama ha de tener una comunicación muy fluida ya que no es fácil detectar una rotura de prótesis mamaria. Incluso utilizando la prueba de resonancia magnética, se pueden producir lo que denominamos falsos positivos, es decir, que los signos interpretados a partir de las imágenes señalan que está rota, pero una vez en quirófano, se descubre que no lo está.